Muchos pacientes nos preguntan si es posible reducir el riesgo de linfedema en las piernas. Como ya hemos explicado anteriormente, existe el linfedema primario y secundario. Aunque no es posible predecir qué personas desarrollarán linfedema en las piernas, existen diferentes formas de intentar reducir el riesgo de aparición:

  • Cuidarse la piel: evitar cortes, rasguños, cuidarse las heridas. No camine sin zapatos.
  • No usar ropa ajustada.
  • Tenga precaución cuando viaje en avión. Muévase en vuelos largos. Haga ejercicios sencillos para los pies y los tobillos mientras esté sentado. Hacer ejercicio en el transcurso del vuelo ayudará con la circulación y el movimiento del fluido linfático. Pida un asiento que tenga espacio suficiente para las pierna.
  • Evitar temperaturas extremas: el calor y el frío extremos podrían causar que se acumulen fluidos en las piernas y que estas se hinchen. Evite meterse en jacuzzis y saunas, o limite el tiempo que pase en ellos.
  • Mantenga limpio y seco el espacio que hay entre los dedos de los pies para prevenir infecciones.
  • Trate de no ganar peso, ya que es un factor de riesgo de linfedema. Si tiene sobrepeso, trate de perder peso.
  • Mantenga al mínimo el consumo de sal. La sal puede causar hinchazón, lo cual podría saturar el sistema linfático.
  • No se ponga inyecciones ni se haga acupuntura en la pierna afectada.
  • Póngase crema hidratante con frecuencia para prevenir que la piel se seque y se irrite.
  • Evite cruzar las piernas lo más que pueda.
  • Póngase protector solar con un SPF de 30 o más para protegerse la piel de las quemaduras del sol.

Si sospecha que puede sufrir de linfedema, acuda a un especialista. Aunque el linfedema no es una enfermedad curable, sí existen tratamiento conservadores y quirúrgicos que pueden ayudarle en su día a día. Puede obtener más información sobre el tratamiento del linfedema en nuestro post previo, y específicamente sobre el tratamiento quirúrgico del linfedema en nuestra página web.